"capitulo 3: experimentación en el hostal"
Año 2009, en un hotel a las afueras de la ciudad se dio un conocido caso de experimentación
con humanos.
Los camareros aprovechaban el servicio de habitaciones nocturno para drogar a
los huéspedes. Una vez que estos estaban dormidos, a causa de la burundanga oculta en la
bebida, entraban a sus respectivas habitaciones y los trasladaban al sótano escondidos en el
carrito de servicio. Allí, se realizaban experimentos radioactivos que buscaban generar un
cáncer de estómago en sujetos sanos, para en una sola noche intentar curarlos mediante un
nuevo fármaco que querían sacar a la venta. Con ello, pretendían obtener un alto rendimiento
económico. Posteriormente, dejaban a estos individuos en sus dormitorios, sin saber si la cura
había funcionado. Esta empresa farmacéutica utilizaba el hotel a modo de tapadera.
Cuando se descubrió el elevado porcentaje de clientes con dicha dolencia, se abrió una
investigación que destapó la red criminal, arruinando a la compañía farmacéutica y por
consiguiente, al hotel.
Desde entonces, el lugar se encuentra abandonado, pero se siguen
dando actividades ilícitas.